
Con una sonrisa en la boca como el niño que no tiene más preocupaciones que tumbarse en la alfombra y disfrutar con las historias de Ibáñez en la calle del Percebe, de Uderzo y Goscinny, o con las joyas de la Catasfiore. Aunque yo siempre fui más del cowboy solitario que vivía lejos de su hogar.
Comentarios
de las mejores :D
Hay calor y curiosidad. Pero lo que más me gusta es que la chica que está arriba de todo sigue siendo una señorita, ella tan formal y quietita sin perder la imagen.